miércoles, 25 de mayo de 2011

La Xunta recorta los derechos de la mujer con su ley de familia

El Consello Económico e Social dice que la norma supone volver al patriarcado

http://www.publico.es/espana/361387/la-xunta-recorta-los-derechos-de-la-mujer-con-su-ley-de-familia

La ley de familia que prepara la Xunta de Galicia busca recuperar "el rol tradicional de la mujer para ahorrar en servicios sociales". El dictamen emitido la semana pasada por el Consello Económico e Social (CES) de Galicia no deja lugar a dudas: el anteproyecto legislativo del PP recorta derechos a las mujeres al impedirles "decidir libre e informadamente sobre su maternidad". Entiende el CES que el objetivo único de la política familiar del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo es el de "fomentar la natalidad y el derecho a la vida en formación".

El texto legislativo, cuya entrada en el Parlamento está previsto para el primer trimestre de este mismo año, supone para el CES un claro "retroceso" en los avances sociales logrados en los derechos de las mujeres al recuperar la "retórica de la familia heterosexual y la maternidad como rol social vital", lo que en la práctica supone volver al "patriarcado".

El CES afirma que la ley impide a las mujeres decidir sobre su maternidad

Se vanagloriaba el mes pasado la conselleira de Traballo e Benestar de la Xunta, Beatriz Mato, de que el Ejecutivo gallego destinaría un capítulo específico a estos núcleos familiares y añadía que el cuidado de personas mayores tendría la misma consideración que el de los hijos a la hora de acceder a ayudas. A su juicio, la normativa "es la primera ley de Galicia que considera a las personas mayores como miembros activos y protege a la mujer gestante como unidad familiar".

El reciente dictamen del CES denuncia además que la Xunta busca promover la acogida y la adopción como "alternativa para que la mujer gestante pueda continuar con su embarazo", una decisión que el Consello censura al no hallar en el texto mención al aborto. Así, exige una rectificación para que quede garantizada la "protección institucional" de las mujeres que decidan poner fin de forma voluntaria a su embarazo.

De la misma manera, el Consello echa de menos que la ley no distinga entre maternidad y sexualidad y reclama "libertad" para que las mujeres puedan tener acceso a métodos anticonceptivos. Considera el CES que la labor de la Xunta es "proteger" a las mujeres en lugar de garantizar que pueden ejercer su derecho a la maternidad, y critica, "por no ajustarse a derecho", que equipare a los hijos nacidos con los que han sido concebidos, lo que permitirá a las embarazadas solicitar ayudas o plazas en guarderías para sus hijos "en estado de gestación". El CES cree que el texto está plagado de referencias ideológicas al aludir de manera continua al "derecho a la protección de la vida" y censura que se promueva que el desarrollo personal pase sólo por la familia, "una visión tremendamente reducionista".

La Xunta destaca la protección a la gestante "como unidad familiar"

Socialistas y nacionalistas se han sumado a las críticas. PSdeG y BNG entienden que la ley fomenta "el modelo familiar de la ultraderecha" y exigen su retirada. Por su parte, Mato defiende el texto por ser una norma "pionera e innovadora que defiende los derechos de las mujeres". Además, no cree que sea una ley regresiva "sino todo lo contrario", ya que incluye "todas las modalidades de familia", incluidas las conformadas por "mujeres embarazadas", a las que se refiere expresamente la ley. El PSdeG cree que lo que pretende Feijóo es "vulnerar la Ley del Aborto", y en el BNG consideran que "supone un paso atrás en los derechos de la mujer", a la que el texto concibe "como cuidadora para ahorrar".

martes, 24 de mayo de 2011

Feministas elaboran un Manifiesto explicando los motivos para estar en las plazas y apoyar el 15-M

Lo que se ha denominado Movimiento 15-M, por haber comenzado su andadura pública con una manifestación el pasado domingo en diferentes ciudades españolas, se ha tornado más potente y se ha extendido a toda la geografía española y a más de una treintena de ciudades europeas y a otros puntos de América Latina. Este movimiento, que se declara no partidista y sí político, tiene el motor de la “indignación”, como casi todas las rebeliones, pero ha demostrado una calidad y una forma de desarrollarse totalmente novedosas, instalando el código de la no-violencia, trasladando e involucrando por sintonía, por un sentir común.

Si lo multitudinario se tiende a relacionar con lo desorganizado, ‘Democracia Real Ya’ es la demostración de todo lo contrario. Desde sus orígenes, el movimiento ha demostrado una gran inteligencia y una gran efectividad organizándose mediante comisiones temáticas abiertas.

Las personas participantes se recuerdan continuamente que no hay que entrar al juego de las provocaciones que se puedan producir, eluden los slogans confrontativos y llaman a no beber alcohol para “mantenerse al cien por cien”. Sin duda, algo nuevo está pasando.

En la puerta del sol de Madrid hay espacio para las distintas iniciativas, reivindicaciones y sensibilidades. Y sobre todo, hay una atmósfera que facilita que surjan respuestas nuevas ante las dificultades y retos.

"La revolución será feminista"

Un ejemplo fue lo que sucedió el jueves pasado, cuando alguien arrancó de cuajo una pancarta que decía "La revolución será feminista o no será". La reacción de la carpa feminista fue convocar un taller de feminismo para “principiantes” al que asistieron muchas personas. Y allí preguntaron qué se entendía por feminismo y se esclareció acerca de su significado en el momento actual.

Las feministas también han elaborado un Manifiesto en el que explican los motivos para estar en las plazas y apoyar el 15- M:

“Queremos una sociedad en la que el centro seamos las personas y no los mercados. Por eso reivindicamos: servicios públicos gratuitos y vitales como la educación y la salud frente a los recortes sociales y la reforma laboral.

Exigimos el uso de un lenguaje no sexista que nombre a todas las personas y esté libre de homofobia, machismo y racismo.

Queremos el compromiso de hombres y mujeres para la construcción de una sociedad donde no tenga cabida la violencia machista.

Las personas somos dueñas de nuestro propio cuerpo, por eso somos libres para decidir sobre él, disfrutar y relacionarnos con él y con quien nos dé la gana.

Queremos una sociedad diversa donde se respeten las múltiples formas de de vivir el sexo y la sexualidad (lesbianas, gays, intersexuales, bisexuales, transexuales, transgéneros, queers…).

Reivindicamos el aborto libre y gratuito.

Es imprescindible incorporar el enfoque feminista en las políticas económicas, en los servicios públicos, en la creación de otro modelo de ciudad y en las políticas ambientales para salir de la crisis.

Exigimos que las Trabajadoras Domésticas o Empleadas del Hogar estemos incluidas en el régimen general de la seguridad social. Exigimos que la transexualidad no se trate como una enfermedad.

Exigimos papeles para todas y que las mujeres migrantes disfruten de todos los derechos”.

“La revolución será feminista o no será” asegura una de las portavoces del colectivo desde una de las carpas de Sol. Se trata de una revolución por la libertad de todos y todas, de hombres y mujeres que comienzan a despertar a pesar de los impedimentos y la opresión de un sistema político, económico y social que se olvidó de las personas y construyó un mundo de papel cuyo único valor es el dinero.

Habrá avances, retrocesos y dificultades, falta de acuerdo y distintos puntos de vista que tendrán que converger, pues destaca la apuesta por el proceso, que va más allá de la inmediatez y del pragmatismo, una nueva postura vital ante el mundo que irá creciendo sostenida por las buenas intenciones y el genuino intento que jóvenes y no tan jóvenes, han lanzado al futuro. Se abre pues un camino de aprendizaje.









Continuidad

Tras una semana de múltiples y multitudinarias manifestaciones por toda España y por todo el mundo, 15-M ha decidido dar un paso más: ir a los barrios. La iniciativa ha surgido de una de las comisiones que se han creado en el seno del movimiento, la comisión de Expansión, y da respuesta al interrogante de cómo seguirá todo esto más allá de las elecciones del 22 de mayo.

La fecha que se ha elegido ha sido el próximo sábado 28 de mayo, a las doce del mediodía. A esa hora, todas las asambleas de municipios y barrios que se creen y que decidan ponerse en marcha se sincronizarán y comenzarán a hacer planes.

Mientras tanto, la comisión de Expansión está recogiendo información de todas aquellas personas que quieran poner en marcha la iniciativa y está elaborando un listado con todos los lugares que se están proponiendo.

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Sociedad – Feminismo – Movimiento feminista; 23 mayo (11);

martes, 17 de mayo de 2011

Las jóvenes viven un "espejismo" igualitario

Varias expertas y jóvenes activistas creen que la lucha feminista se ha relajado entre las adolescentes

PAULA DÍAZ MADRID

Fuente: Diario Público

http://www.publico.es/espana/376444/las-jovenes-viven-un-espejismo-igualitario

Nuestras madres nos han contado que la revolución ya está hecha, que en los setenta ya consiguieron lo que demandaban. Ahora vemos que nuestra vida no es más complicada que la de un hombre. Por eso la lucha feminista se ha relajado, sobre todo, entre las más jóvenes". Esta es la conclusión de Rita Maestre, estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, de 23 años, y miembro de la asociación Contrapoder.

Como ella opinan varias expertas feministas, que alertan del "espejismo" de igualdad que viven las adolescentes hoy en día. Así lo define Laura Nuño, catedrática de Género, que cree que las jóvenes sólo se dan cuenta de las desigualdades entre hombre y mujer "cuando tienen hijos o cuando quieren promocionar su carrera". En la misma línea se posiciona Gimena Llamedo, presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes. "Las más jóvenes no ven el techo de cristal, la diferencia salarial, la falta de conciliación; no se dan cuenta de que hay que seguir luchando", concluye.

"Las jóvenes no perciben la lucha feminista como necesaria porque viven en una falsa apariencia de igualdad", resume Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas. "Simplemente, no son conscientes del problema", confirma Rita Maestre.

En Sabadell (Barcelona), las jóvenes feministas de Justa Revolta comparten su postura. "A mí me educaron igual que a mi hermano", señala Georgina Monge, de 25 años, activista de la asociación desde hace más de siete años. "Pero cuando cumplí los 15 y empecé a relacionarme con chicos vi conductas que no me gustaban, como la posesividad y los celos, y ahí me di cuenta de que había cosas que cambiar", añade.

Pero no todas las jóvenes reaccionan ante esas actitudes. El informe Igualdad y prevención de la violencia de género en la adolescencia, elaborado por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, alertó el verano pasado de que el 9,2% de las chicas de entre 13 y 18 años ha sufrido situaciones de maltrato por parte de su pareja: insultos, golpes e, incluso, obligación de realizar prácticas sexuales.

Además, un 26,2% de los chicos y un 10,1% de las chicas, no consideran el control y el insulto por parte de su pareja como síntomas de violencia machista. En conflictos de sexo, un 4,3% justifica el uso de la violencia.

Permisividad al maltrato

"Si toleran eso es probable que en un futuro tengan una permisividad muy alta al maltrato", alerta Besteiro. Rita Maestre señala, además, que "hay otras formas de violencia simbólica aceptadas por las adolescentes, como permitir que te toquen el culo en una discoteca".

"Las jóvenes ven el feminismo como algo antiguo, pero sus modelos afectivos se basan en una idea de amor a lo John Wayne, en la que control es sinónimo de cuidado", sentencia Nuño. Además, "viven la soledad como un fracaso y por eso es más fácil que traguen con lo que sea para no estar solas", añade la catedrática.

¿La solución? Un proceso de socialización que cambie esos modelos, la adaptación del mensaje feminista a la nueva generación y la coeducación en las escuelas, concluyen las feministas.

viernes, 13 de mayo de 2011

“Sufrimos una doble ocupación por ser mujeres y por ser palestinas”


Entrevista a Khitam Saafin, vicepresidenta de la Unión de Comités de Mujeres Palestinas

Desde la Unión de Comités de Mujeres Palestinas, fundada en 1980, se lucha tanto contra la ocupación como contra una sociedad patriarcal que impide la igualdad plena. Ambas líneas de actuación han sido explicadas por su vicepresidenta, Khitam Saafin, en su visita a Valladolid en el marco de la Séptima Semana Internacional contra el Apartheid israelí, organizada en el Estado español por la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina.
En sus intervenciones, el mensaje de que las mujeres palestinas son doblemente discriminadas es recurrente.

Históricamente, las mujeres de Palestina sufrimos esta doble discriminación. Por una parte, la ocupación israelí nos ha causado mucho sufrimiento, pero por otro lado no hay que olvidar que ser mujer es muy duro en la sociedad palestina. Sigue habiendo una visión tradicional sobre nosotras que nos impide la igualdad.

Incluso se podría hablar de una tercera discriminación, la de Occidente con su mirada reduccionista y estereotipada sobre los pueblos árabes.

Sí, pero es una discriminación de la misma raíz que la de la ocupación, son de la misma escuela. El estereotipo sobre el mundo árabe que hay en la mente occidental es un nuevo tipo de opresión. Esta mirada tópica es un arma de propaganda usada para justificar la continuidad de la ocupación: los árabes son tradicionalistas, son fundamentalistas, tienen muchos problemas, así que no pueden hacer nada valioso por el mundo. Pero la realidad es que tanto la gente palestina como la árabe podríamos ofrecer muchas cosas al mundo si tuviéramos la oportunidad.

A pesar de la discriminación, las mujeres palestinas han tenido un papel crucial en la resistencia contra Israel.

Desde el principio, las mujeres palestinas desafiaron a la ocupación y soportaron por ello una pesada carga sobre sus hombros. Y hemos tenido éxito al afrontar ese desafío. La ocupación trajo el deber a todo el pueblo palestino de luchar por la liberación y las mujeres nos tuvimos que preguntar cuál era nuestro papel en esta tarea. Muchas mujeres que participaron en primera fila en la lucha nacional se evadieron del papel tradicional que la sociedad les reservaba, se hicieron más fuertes, más líderes, más informadas de lo que acontecía. Desde luego, de ninguna forma quiero decir con esto que la ocupación mejorara la situación de las mujeres, porque la ocupación en sí misma es muy dañina.

En esta tarea de empoderamiento de las mujeres y de lucha contra la ocupación, ¿cómo actúan los Comités de Mujeres Palestinas?

Trabajamos con las mujeres palestinas y para las mujeres palestinas, siempre desde una perspectiva de izquierdas y vinculando nuestra situación con la lucha del pueblo. Estamos presentes en pueblos y ciudades, en los campamentos de refugiados y en los territorios ocupados y también en las poblaciones palestinas dentro del territorio del Estado de Israel. Tenemos una gran diversidad de programas: económicos, educativos, de infancia, sanitarios… Todos están dirigidos al empoderamiento de la mujer. Sin olvidar la lucha por la liberación, en la que estamos presentes y con un papel muy destacado desde la Primera Intifada.

¿Cómo se han vivido en Palestina los levantamientos árabes?

Con gran interés, evidentemente, pero también con optimismo. La gente piensa que estos cambios pueden ayudar a superar la situación del pueblo palestino. Especialmente lo sucedido en Egipto. Es el país clave de la región, el más poblado y el más influyente. Ya lo vimos con Anwar el-Sadat. Cuando éste empezó a caer políticamente, el mundo árabe empezó también a caer.

Pero quizás se esperaba algo más de Palestina, tal vez un grado de movilización semejante al de Túnez o Egipto.

Es indudable que la división de la sociedad palestina propicia esa apatía. Además, la línea oficial de la Autoridad Palestina es la no interferencia. Pero aún así el pueblo se ha expresado. Tras la salida de Ben Ali de Túnez hubo una manifestación de apoyo, también ha habido multitud de artículos, debates, reuniones... Lo mismo ocurrió con Egipto. La Autoridad Palestina intentó prohibirlas en un principio pero después las autorizó. Quizás la reacción no es aún suficiente, pero sí que hay un profundo compromiso. Se demuestra también en las manifestaciones que ha habido para pedir unidad a las facciones políticas. Creo que es el principio de algo, los primeros pasos para lograr cambios en la sociedad palestina.

Muchas mujeres participaron en las manifestaciones de Túnez y Egipto, pero después han quedado excluidas de los órganos de toma de decisiones.

A los hombres les resulta más fácil tomar decisiones sin contar las mujeres. Y mucho más en periodos de transición como éste en los que las mujeres, históricamente, han tenido que pelear aún más por sus derechos. Sabemos que las mujeres están teniendo muchos problemas en Túnez y en Egipto, pero aún así continúan trabajando duramente para cambiar su papel en las revoluciones.

La Unión de Comités de Mujeres Palestinas es una de las organizaciones que ha lanzado la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra el Estado de Israel. ¿Es la mejor arma de la que se dispone ahora contra la ocupación?

La campaña de BDS es una de las más eficientes estrategias contra el Apartheid israelí, pero obviamente no es la única. Otras campañas referidas a los prisioneros, el derecho de retorno o la libertad de movimientos también son importantes. Tenemos que utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para debilitar la ocupación y, a la vez, reforzar al pueblo palestino.
El próximo mes de mayo partirá la Segunda Flotilla de la Libertad, con el objetivo de romper el bloque de Gaza. En esta ocasión se fleta un barco desde el Estado español. ¿Cómo se valora esta iniciativa desde Palestina?

Como una acción muy importante y además única. El aislamiento del millón y medio de personas que vive en Gaza y su desconexión del resto del territorio palestino es un gravísimo crimen que se está cometiendo contra nuestra gente. La Flotilla es una gran iniciativa de solidaridad y de presión para obligar a romper el cerco sobre nuestro pueblo.

miércoles, 11 de mayo de 2011

[Fotos]Concentración por los derechos de las trabajadoras domésticas


Formado básicamente por mujeres, Territorio Doméstico salió a las calles de Madrid el pasado 8 de mayo para exigir sus derechos laborales.El 30% de las mujeres españolas que se ha incorporado al mercado laboral en los últimos años, lo ha hecho gracias a que otra mujer -en su mayoría inmigrantes- realiza el trabajo doméstico en su casa y/o cuida de su familia. Territorio Doméstico lo forman mujeres que han encontrado un espacio para compartir, intercambiar, analizar y proponer nuevas formas de organización entre quienes trabajan en el servicio doméstico, un espacio invisibilizado precisamente por falta de garantías laborales. Formado básicamente por mujeres, Territorio Doméstico salió a las calles de Madrid el pasado 8 de mayo para exigir, en voz alta, sus derechos laborales.

jueves, 5 de mayo de 2011

Control sexual es control de clase

La internacional será el género humano.
La explotación de género y por razones de opción sexual son herramientas para mantener un sistema económico y de valores que beneficia a una pequeña parte de la población.


En el mundo de los movimientos políticos y sociales transformadores es habitual encontrarse discursos de liberación sexual y de género que oponen al sujeto a emanciparse (ya sea la mujer, gays y lesbianas, la persona, etc.) de un gran enemigo abstracto, omnipresente y casi mitológico: el patriarcado, o heteropatriarcado (que viene a ser la misma cosa definida con un poco más de exhaustividad).

Si bien no se puede decir que esto sea mentira, porque no lo es, sí se puede decir que se trata de una definición del enemigo algo muy general e incluso benevolente, ya que eso de "la enemigo está en todas partes" nos acaba recordando mucho lo de "el enemigo no está en ninguna parte", y este es el camino más rápido hacia el relativismo.

Las personas que luchamos por la liberación sexual y de género, ¿contra quién luchamos? ¿Contra qué otras personas luchamos (si es que lo hacemos)? ¿Quién se beneficia del sistema patriarcal? ¿A quién interesa política y económicamente que sigan existiendo "hombres" y "mujeres", "homos" y "heteros", "normales" y "desviadas"?

La respuesta no es tan sencilla como puede parecer a primera vista ya que muy poca gente a día de hoy se atreve a defender públicamente los salarios inferiores de las mujeres, la homofobia o la violencia física patriarcal, y quizá algunas que se atreven a defenderlo públicamente lo hacen por ignorancia, por limitaciones cognitivas o por simples ganas de provocar ... más allá de ser un mero "beneficiario" real del sistema.

Sin duda una lectura económica del sistema de sexo-género da alguna pista de por dónde van los tiros. Hay cierto consenso en la comunidad científica en afirmar que la primera división del trabajo es la sexual, el cambio de una forma de vida nómada a una sedentaria, la invención de la agricultura, la acumulación primitiva de capital, etc. , son procesos que acompañan el surgimiento del patriarcado y las clases sociales estamos en sistemas hegemónicos de dominación; aquellos sistemas que afectan a todos, colgando una etiqueta a las personas y estableciendo relaciones de dominación política entre estas etiquetas. La imposición del hombre (macho) sobre la mujer (femenina) genera un resultado positivo en términos de mercado y de maximización de beneficio económico para unos grupos pequeños de población que poco a poco irán configurando aristocracias y, más tarde, burguesías. La especialización y diferenciación entre trabajo productivo y reproductiva es la primera y más genuina división en el trabajo humano, se trata de un sistema diseñado para el beneficio de quien se encuentra arriba de la pirámide económica.

Esta distinción en el trabajo humano, el productivo y el reproductivo, que encontramos en la historia de nuestra especie desde los primeros prototipos de civilización (el hombre cazador y la mujer paridera), profundizará y modificará en cada bache importante en el sistema económico. Con la industrialización, en pañales de nuestra modernidad, la mujer que trabajaba en el campo dejará de hacerlo para ponerse a parir y cuidar de la prole ("hijos" en lengua latina) y generar el proletariado de las ciudades, la mujer tendrá la función específica de preparar el hombre para una jornada laboral eficiente, proveyendolo de salud física y afectiva.

Del mismo modo, la incorporación de la mujer al mercado laboral en Europa después de la primera guerra mundial, ya sea en la construcción de armamento, en sanidad y más adelante en el sector de los servicios, también son fenómenos que obedecen a lógicas de mercado. Dada la falta de mano de obra barata a los empresarios contratarán mujeres y los pagarán sueldos más bajos, amparándose en la ideología machista que el hombre es el "bread" (ganador del pan, cazador, etc.), Y que, por lo tanto, el salario de la mujer "tampoco es tan necesario para la familia ... es más bien un extra".

Pero no sólo la explotación de la mujer beneficia a la clase capitalista; también lo hace la homofobia y la transfobia: el control sexual. Si se retrocede unos cuantos años atrás, en nuestro país, cuando la percepción social de que "el sexo sólo es legítimo si tiene fines reproductivos" era imperante y hegemónica (y no hace tanto de eso ...) la homofobia se entendía totalmente legítima para que los "hombres" que follaban con "hombres" y las "mujeres" que follaban con "mujeres" lo hacían sólo por placer, sin ninguna finalidad reproductiva. Todas las formas de sexualidad no exclusivamente reproductivas no entraban dentro de la lógica del mercado que existía entonces. Además, la posibilidad de contagio de esta concepción placentera de la sexualidad en el resto de la población era muy peligrosa ya que podía poner en entredicho este control sexual y al mismo tiempo hacer peligrar la obediencia política. La represión sexual es, por tanto, una herramienta útil para mantener el statu quo.

Recientemente en nuestra sociedad esta concepción de la sexualidad válida meramente como herramienta de reproducción humana ciertamente ha entrado en crisis. No sólo gays y lesbianas, también heteros disfrutan hoy día de relaciones sexuales por el simple placer de tenerlas. ¿Cuál ha sido el papel del mercado en todo esto?

Al igual que cuando el sistema económico le resultó rentable asimilar las mujeres como fuerza productiva (antes lo eran de manera diferente, a través del trabajo reproductivo, ahora hacen o pueden hacer ambas cosas), el sistema económico ha incorporado las sexualidades gays y lesbianas a su lista de ofertas en el mercado porque así puede manipular unas pautas de consumo que le son muy rentables (hinks: high income no kids, es decir, una pasta) y, al mismo tiempo, apoyándose en estas demandas creadas y estereotipos capitalistas para seguir ganando mucho dinero (y ya no sólo con gays y lesbianas), puede seguir controlando la conducta de las personas incluso mejor que antes, cuando el control sexual era más duro.

A pesar de estos cambios, podemos ver día tras día que ni la homofobia ni el sexismo han dejado de existir en nuestras sociedades. Los cambios que ha habido no han ido dirigidos a una mejora de las condiciones de vida de la población, sino a reforzar el capitalismo, las mejoras que ha habido, que sin duda ha habido, o bien son consecuencias colaboración laterales (no perseguidas) de los efectos del mercado o bien las ha conseguido la gente que ha luchado desde los movimientos de base y desde la guerrilla diaria contra las actitudes sexistas, heterosexistas, machistas y homófobas.

Tanto el patriarcado como el sistema de clases benefician a los que poseen los medios de producción, los que están en lo alto de la pirámide. La división de clases o de género se hace sobre la misma base: la producción. Un "hombre" trabajador que no lucha por la emancipación de la mujer lo está haciendo contra sus intereses individuales y de clase, ya que está permitiendo la perpetuación de un sistema económico que no le beneficia. Del mismo modo, una persona "heterosexual" que no lucha por la liberación de sexo y género está luchando contra sus intereses, ya que reproduce también el sistema económico imperante, que no la beneficia.

La explotación de género y por razones de opción sexual (sexismos, homofobia, transfobia, misoginia ...) son herramientas para mantener un sistema económico y de valores que beneficia a una pequeña parte de la población. Todos estos sistemas (igual que el sistema generacional y el poder adulto, por ejemplo) existen por motivaciones económicas de esta pequeña parte de la población, la formula para lograr avances reales y fuertemente radicados en la sociedad no pasa por vender la liberación como un producto atractivo para esta población (como ha pasado con la incorporación de la mujer al mercado laboral o con la incorporación del euro rosa en el mercado del ocio) sino que pasa por el hecho que esta pequeña minoría de población deje de existir como tal, y que no haya diferencias económicas entre la población. La lucha por la liberación de género y sexual sólo puede existir como lucha genuinamente socialista.

Por todas estas razones queríamos sacar un artículo como éste por un Primero de Mayo, día en que las personas bordas, como parte de la mayoría de este planeta, salimos a defender nuestros derechos ya luchar por el mundo que anhelamos: porque la destrucción del género no es un proyecto viable bajo una economía capitalista, para que la igualdad real entre individuos requiere de condiciones materiales que la sustenten y, sobre todo, porque nos negamos que sea un mercado diseñado para empresarias aquel que nos diga qué tenemos que hacer y como hemos de ser.

Como escribió Eugene Pottier en junio de 1871: El Internationale será le genre humain.

Jordi Morales, activista del Brote Bordo

http://brotbord.blogspot.com/

martes, 3 de mayo de 2011

La Izquierda Cántabra ante las elecciones al Parlamento y ayuntamientos: gane quien gane, pierde Cantabria

Elecciones al Parlamento y ayuntamientos:
GANE QUIEN GANE, PIERDE CANTABRIA

Ante el proceso electoral autonómico y municipal convocado en la Comunidad Autónoma de Cantabria el 22 de mayo, desde ABORA y REGÜELTA, organizaciones de la ISQUIERDA CÁNTABRA, queremos manifestar lo siguiente:

1.- El sistema socio-político no ofrece unas mínimas garantías democráticas: la ausencia total de espacios de verdadera participación y decisión popular en cuestiones trascendentales, la dependencia política de los poderes económicos, la disolución de los últimos concejos abiertos, la represión de la disidencia, la falta de libertad en el acceso a la información que incluye el cierre de periódicos, el poder judicial elegido a dedo por las élites políticas, el apartheid lingüístico, el incumplimiento sistemático de la legislación urbanística y medioambiental, la negación de la soberanía nacional del pueblo cántabro, los índices de paro, precariedad y carencia de vivienda… son realidades frontalmente incompatibles con las cacareadas “democracia” y “libertad”, que en Cantabria sólo existen en boca de la clase política y los poderes mediáticos.

2.- Las elecciones al Parlamento y los ayuntamientos cántabros son una farsa, como todas las elecciones en un sistema capitalista, donde los grandes partidos representantes de los intereses del gran capital son sistemáticamente apoyados por los poderes institucionales, económicos y mediáticos; mientras aquellas opciones que pretenden reflejar los intereses de la mayoría social quedan silenciadas y marginadas, e incluso, ilegalizadas. Todo ello en el marco de una legislación electoral elitista.

3.- La dictadura del “proyecto único”: gane quien gane, pierde Cantabria. Los tres partidos políticos que se vienen repartiendo en régimen de monopolio los parlamentarios y concejales (PP, PRC y PSOE), representan un mismo modelo capitalista, españolista, patriarcal e insostenible. El espectáculo de los últimos meses en los que varios caciques locales “subastaban” su presentación con uno u otro partido, es sumamente representativo de la falta total de matices ideológicos o programáticos entre éstos, reducibles al marketing o los poderes económicos que se esconden tras cada una de las siglas. Por ello afirmamos abiertamente que el 22-M, gane quien gane, pierde Cantabria y perdemos sus clases populares.

4.- Ausencia de un proyecto alternativo de izquierda cántabra. En la oferta electoral de Cantabria no existe ninguna candidatura que se aproxime a los planteamientos que vertebran la izquierda cántabra: socialismo, soberanía, ecología y emancipación de género; así como no encontramos ningún frente que propicie la participación y organización de los sectores populares del País en esta dirección, con la excepción de la ACPT de Torlavega, en cuyo municipio no haremos campaña por la abstención.

5.- Abstención activa. Construyamos poder popular.
Contra quienes destruyen Cantabria a todos los niveles gracias a este sistema farsario, y ante la inexistencia de unos mínimos democráticos y de un frente popular que pueda forzarlos a través de cauces institucionales, desde la Izquierda Cántabra volvemos a proponer a la sociedad la abstención activa. Centramos de esta forma nuestros esfuerzos y recursos hacia el trabajo social de base y el impulso de un movimiento capaz de alcanzar un escenario de democracia popular participativa para las clases populares del país, única realidad que hará posible la emancipación social y liberación nacional del pueblo cántabro.

PORQUE EN SU FARSA ELECTORAL, GANE QUIEN GANE, PIERDE CANTABRIA

POR UN MOVIMIENTO POPULAR QUE CONSTRUYA ESPACIOS CÁNTABROS DE AUTOORGANIZACIÓN SOCIAL DEMOCRÁTICA

NO VOTES, BOTÍN NO SE PRESENTA A LAS ELECCIONES